Posteado por: nelsonlombana | febrero 11, 2012

“Le pido al presidente que me deje vivir en paz, me deje trabajar en mi finca”: Campesino sur del Tolima

“Le pido al presidente que me deje vivir en paz, me deje trabajar en mi finca”: Campesino sur del Tolima, Colombia. ( foto nelosi)

Por Nelson Lombana Silva

El sur del Tolima parece un mundo aparte. Los campesinos padecen el abandono del Estado, los caminos son intransitables, las carreteras parecen caminos de herradura y el robo y el atraco en las carreteras y en las mismas casas es el pan nuestro de cada día.

Distante se encuentran los puestos de salud sin medicamentos, las escuelas y los colegios, lo único que hace presencia en cantidades alarmantes es la militarización. La zona parece un centro de concentración al estilo nazi o una simple y gigantesca guarnición militar.

Los campesinos viven temerosos de las ejecuciones extrajudiciales, (“Falsos Positivos”), los montajes judiciales y los bombardeos indiscriminados como los que han sucedido en los últimos años en el corregimiento de Gaitania y veredas como la Hacienda y Marquetalia. A eso, hay que sumar las continuas requisas, la prohibición de entrar alimentos y medicamentos, los continuos ofrecimientos de los militares para que dizque los campesinos se desmovilicen y entreguen a sus comandantes. Por la emisora del ejército leen nombres de campesinos reconocidos en la zona, dizque para que se desmovilicen y entreguen a sus comandantes a cambio de gruesas sumas de dinero y supuesta reubicación con su familia en el exterior.

Esta postura del militarismo no es nada nuevo, no es de ahora. En 1964, con el trillado cuento de las “repúblicas independientes”, 16.000 militares invadieron la región y a sangre y fuego intentaron doblegar a 48 campesinos orientados por Manuel Marulanda Vélez. En ese entonces, hicieron las mismas promesas y los mismos criminales procedimientos.

El país nacional no sabe con exactitud lo que está pasando en la legendaria y mítica Marquetalia; tampoco la comunidad internacional. El terror dirigido para garantizar la presencia de las multinacionales y transnacionales, se profundiza de las más diversas formas. Los medios masivos de comunicación guardan pusilánime y sospechoso silencio. Es todo un entramado contra un pueblo bueno, honesto y trabajador.

VOZ La verdad del pueblo y la página web: http://www.pacocol.org en exclusiva entrevistaron a un labriego de Marquetalia, quien sobreponiéndose al miedo, denuncia lo que está pasando, llama al presidente Juan Manuel Santos Calderón a que deje trabajar y vivir en paz esta región. Se dirige a la comunidad nacional e internacional y deja como constancia este reportaje por su le pasa algo, pues viene siendo acosado por los militares que se tiene que desmovilizar y si no es hombre muerto, ya sea por ellos o por la guerrilla.

Se trata de Milton Villamil Blandón, padre de tres hijos menores de edad y quien hace vida conyugal con Martha Liliana Céspedes. Cristian Camilo tiene 17 años, Karen Yulieth 10 y Milton Gabriel 9 años. Todos viven la finca ganadera El Porvenir, vereda de Marquetalia.

¿Quién es Milton Villamil Blandón? Un campesino de la región, nacido allí hace 43 años, conocido ampliamente por todos los habitantes y los comerciantes. Trabajador, servicial y honrado. Hombre emprendedor y solidario. El mismo que se salvó milagrosamente de un demencial bombardeo, el 11 de septiembre de 2008, cuando una de sus casas fue destruida y con ella varios semovientes vacunos, gallinas y toda la herramienta de trabajo. “Nos salvamos por milagro de Dios”, dice pensativo. Agrega: “La casa fue destruida totalmente”.

Los militares se comprometieron a indemnizarlo pero hasta la presente no ha recibido un solo peso, y según sus cálculos modestos, allí perdió más de 100 millones de pesos. Por el contrario, en los últimos días lo vienen presionando para que se desmovilice y le ofrecen hasta 400 millones de pesos, con tal que entregue a sus comandantes. Visiblemente preocupado el líder campesino señala: “Dicen los militares que estoy reseñado como miliciano de las FARC”.

Un sujeto de la zona, llamado Ignacio Aceno Oviedo, que nada tiene que ver con la insurgencia, que estudió con Milton y lo conoce de pe a pá, aparece ahora dizque desmovilizado y señalándolo de ser Milton de la insurgencia, según versión del coronel Monsalve y los demás comandantes militares que hay en la vasta y empinada zona.

Milton Villamil Blandón, no sabe qué camino coger, a quien acudir. Es enfático al decir: “Yo me dedico únicamente al trabajo”.

El reportaje es el siguiente:

1.      ¿Cuánto tiempo lleva residenciado en el corregimiento de Gaitania, Planadas, Tolima?

Soy nacido y criado en esta zona y tengo 43 años, tiempo que he vivido en Gaitania. En otras palabras, toda mi vida la he vivido allí.

1.      ¿Cuál es su actividad permanente?

Tengo una pequeña finca ganadera. De eso vivo. No hago más.

2.      Su finca fue bombardeada, varias reses murieron y su casa destruida. ¿Cómo fueron los hechos?

El 11 de septiembre de 2008 me bombardearon la casa. Mataron todo: Las vacas, las gallinas, los animalitos que teníamos en ese momento. Adicionalmente, las herramientas de trabajo y la habitación me la destruyeron en su totalidad.

Nos salvamos por milagro de Dios. La finca tiene dos casas y en esa semana teníamos que hacer unos trabajos en la otra casa, nos fuimos para allí y justo esa semana bombardearon la casa. La casa fue destruida totalmente.

3.      Después de este demencial bombardeo, ¿Qué ha seguido para usted, su familia e incluso, su comunidad de Marquetalia?

Pues, una persecución asfixiante por parte de los militares que me dicen que me pagan porque me desmovilice y para que entregue los comandantes de la guerrilla. Entiendo que ese no es mi trabajo. Mi trabajo es el ganado. De eso vivo con mi mujer y mis hijos.

4.      ¿Quiere decir que los militares lo están sindicando de guerrillero o de miliciano de la guerrilla de las FARC – EP que históricamente hace presencia en la zona?

Sí, ellos dicen que yo estoy reseñado como miliciano de las FARC.

5.      ¿Qué piensa usted de esas sindicaciones por parte de los militares?

Pues, muy preocupado, porque en realidad yo me dedico únicamente al trabajo, a criar mis hijos y para mi es un perjuicio porque yo no tengo nada que ver con eso. Hace rato me vienen molestando con ese cuento, desde que entró el ejército a Gaitania. De ahí para acá cogieron la cantaleta de que yo tengo que ver con la guerrilla.

Los militares me dicen que me desmovilice que me pagan 300 y hasta 400 millones de pesos para que entregue el comandante de la guerrilla que se encuentra en la zona.

6.      ¿Quién, exactamente, le hace esas propuestas?
El coronel, los mayores de Planadas y de Gaitania.

7.      ¿Tiene nombres en concreto?

Tengo entendido que el comandante que hay ahoritica en Planadas es el coronel Monsalve y él me ha hecho este tipo de propuestas.

8.      En esas condiciones tan complejas, ¿Sigue en la región?

Yo he salido con mucha preocupación. Salí solo, la mujer y los hijos los dejé allá. Pero en realidad me siento confundido, no sé si volver o traerme la familia. No sé qué camino coger…

9.      ¿Qué más le ha hecho el ejército nacional a usted y a su comunidad?

En la última semana el mayor de Gaitania me dice que me desmovilice y si no me van a matar, porque con los militares está trabajando un muchacho de la zona, ampliamente conocido en Gaitania y sin ser guerrillero o miliciano se entregó como desmovilizado y dizque el muchacho dice que yo pertenezco a las milicias y que si no me mata la guerrilla, me mata el ejército.

10.  ¿Es realmente un desmovilizado ese sujeto?

Ese señor se hizo pasar por desmovilizado porque yo lo conozco. Es criado y crecido en la misma vereda en la que yo me crié. Fuimos compañeros de estudio. Nunca lo he visto en otros pasos, es un campesino. Se llama Ignacio Anceno Oviedo. Tiene aproximadamente unos 45 años. Ahora anda con el ejército acusando a los campesinos. El mayor me dijo que se había desmovilizado en un hotel de Bogotá, no recuerdo bien el nombre del hotel y que estaba trabajando con ellos.

11.  ¿Qué llamado le hace usted al gobierno nacional de Juan Manuel Santos?

Pues, que me respeten, me respeten a mí y a mi familia, que me dejen en paz, que me dejen trabajar. Yo no tengo enemigos de ninguna clase. En el pueblo todo el mundo me conoce. Todos los comerciantes, nadie tiene que decir nada contra mí.

12.  ¿Le han impedido el paso de alimentos o drogas para su familia?

Eso ha sido un problema permanente para uno subir la remesita a la finca. Siempre le ponen pereque, que tiene que ir uno a la estación a firmar la factura y someterse a largos interrogatorios, que por qué lleva tanta remesa, que eso para quien es, que si es para uno o es para la guerrilla. Cualquier cosa que uno vaya a llevar es un problema.

13.  ¿Hay otros campesinos de la zona que estén sufriendo el mismo problema que está viviendo usted?

Sí, claro, eso es casi la mayoría de los campesinos que tenemos este problema.

14.  Tengo entendido que se ha incrementado el robo, el atraco en la zona una vez hace presencia los militares. ¿Eso es cierto?

Sí, claro. Semanalmente están atracando los buses, se meten los ladrones a las casas a robarse las cosas. Se ha incrementado el robo poderosamente, a pesar de la fuerte militarización. No se sabe a ciencia cierta quién, pero lo cierto es que el robo es permanente.

15.  ¿Cuándo no estaba el ejército en la zona se presentaba con frecuencia los hurtos?

Sí, había veces en ocasiones lejos, lejos, era muy raro, pero sí también se presentaba. Era muy remoto que se diera una cosa de esas. Era algo extraordinario. Ahora sí es frecuente, permanente. Semanalmente atracan, roban.

16.  Al parecer el grueso de las comunidades están atemorizadas por la actitud de los militares, ¿Es cierto?

Claro, el campesinado está terriblemente asustado. Por la emisora del ejército sale propaganda llamando a muchachos con nombres propios dizque para que se desmovilicen, cuando son muchachos de la zona, son campesinos trabajadores y honestos. Son vecinos de la región.

17.  ¿Siguen bombardeando la región de Gaitania y Marquetalia?

Bueno, los bombardeos sí han cesado un poquito, hace días que no se presentan en la zona. Sin embargo, la comunidad le teme mucho a eso y la zozobra es permanente. Los que han sido, han sido fuertes. Por ejemplo, el que me hicieron a la finca fue mortal. Donde nosotros hubiéramos estado en esa casa, nos hubieran matado a todos.

18.  ¿Cuánto perdió en ese criminal bombardeo del 11 de septiembre de 2008?

Si, pues de todas maneras, yo subsistía de mis vacas y me las mataron, quiere decir que me dejaron en la ruina porque me tocó que comenzar de ceros, de nuevo. En ese bombardeo yo perdí aproximadamente más de 100 millones de pesos.

Y nadie me ha respondido por eso. Como a los 15 días de ese bombardeo, el coronel de Planadas me llamó, llamaron al defensor del pueblo de Ibagué, estuvo la fuerza aérea, me dijeron que me pagaban, pero hasta la fecha no me han dado ni un solo peso. Tampoco me han vuelto a llamar para eso.

19.  ¿Cómo vive la comunidad de la zona?

Atemorizada, todo lo más atemorizada, porque uno no sabe que en cualquier momento lo pueden volver a bombardear o alguna cosa parecida. Lo que más me preocupa a mí es ser víctima de los “falsos positivos” y de los montajes judiciales. De pronto que le hagan algún montaje, lo pueden matar y hacerlo pasar por guerrillero, de eso no está zafo uno.

20.  ¿Qué llamado le haría usted a la comunidad nacional e internacional?

Yo le pondría esto en conocimiento para que estén pendientes de mí, que tengan conocimiento de todo, dejo constancia que no tengo enemigos de ninguna clase y que si algo me pasa, que miren haber qué pueden hacer al respecto.

21.  ¿Usted es un trabajador permanente de la zona, de su finca?

Sí, soy un campesino, me la paso en la finca trabajando: ordeñando las vacas, limpiando los potreros, compartiendo con mi esposa y mis hijos.

22.  ¿Se ha sentido ultrajado y humillado por los militares?

Ellos sí van a la casa con mucha frecuencia, pero hasta el momento no me han insultado, ni humillado. Entorno no a esta violencia piensa uno muchas cosas, pero siente que no puede hacer nada, porque ellos son los que mandan y uno qué puede hacer.

23.  ¿Cómo están las vías de penetración?

Malas. Malas, las carreteras son caminos de herradura. No tenemos vías. De Gaitania a mi finca llamada El Porvenir, me hecho ocho horas, por caminos de herradura en pésimas condiciones. La vereda de Marquetalia es casi toda ganadera. Vivimos del puro ganado. No hay robo de ganado, hasta el momento, afortunadamente.

Ibagué, febrero 10 de 2012


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