Posteado por: nelsonlombana | septiembre 17, 2010

Voluntad política de los gobernantes para desarrollo de la literatura pide escritor y poeta Aliro Quimbayo Durán

Escritor y poeta Aliro Quimbayo Durán

Por Nelson Lombana Silva

Aunque es nacido en el municipio de Girardot, Cundinamarca, el docente, escritor y poeta, Alirio Quimbayo Durán, se siente más tolimense que nadie, pues tiene sus raíces ancestrales en la tierra del Bunde y es aquí donde se ha desarrollado profesionalmente, pero también como escritor y poeta. Sus bellas creaciones literarias, sus composiciones poéticas, han nacido en el Tolima, corazón de Colombia, creaciones literarias que han merecido la mejor crítica especializada. Recientemente recibió el premio nacional de poesía «El Quijote de Acero 2010», distinción que le da brillo a las letras del Tolima, por supuesto.

Lo encontramos colaborando con entusiasmo en el V encuentro nacional de poesía y narrativa “Ibagué en flor 2010”, magno evento cultural y literario que contará con escritores y poetas consumados de la talla de William Ospina y Miguel Ángel Gallardo, entre otros, del 20 al 25 de septiembre en la ciudad musical de Colombia. “Ibagué en Flor”, a propósito, reúne lo más granado del Tolima con la feliz presencia de pares del orden nacional aprovechando que los cámbulos y gualandayes se visten, florecen majestuosamente.

En medio del duro ajetreo el escritor y poeta nos concede una corta entrevista en la cual fija criterios importantes sobre el bello arte de la literatura, actividad que humaniza, dignifica y une a los pueblos. Sus ideas salen a borbotones, hablando no solo de su vida, sino de la actividad en este género en el departamento, los esfuerzos que se viene haciendo para sacar adelante cada día nuevos escritores, escritoras y poetas que iluminen el firmamento de la patria herida por la avara y corrupta administración de los dueños ilegítimos del poder.

La única posibilidad de sacar adelante la literatura, la cultura y la actividad artística es que los gobernantes tengan “Voluntad política”, afirma. “Recursos no simplemente para premios, sino que también puedan generar un espacio de creación continua que dimensione el proceso de la imaginación, de la creatividad, de la originalidad del compromiso como escuelas de arte”, agrega.

El diálogo es el siguiente:

¿Quién es el escritor Alirio Quimbayo Durán?

Soy giradorteño de nacimiento pero tengo ascendencia tolimense, mi familia toda es de Purificación, la villa de las palmas. Estudié en la normal departamental María Auxiliadora de Girardot, soy maestro egresado de esa normal. Luego, me radiqué desde 1979 – 80 en la ciudad de Ibagué y cursé en la universidad del Tolima la licenciatura en español e inglés. Posteriormente, realicé la especialización en enseñanza en la literatura en convenio que se estableció entre la universidad del Quindío y la universidad de Ibagué. Actualmente, estoy cursando estudios en maestría en literatura, también con un convenio que estableció la universidad del Tolima con la universidad tecnológica de la ciudad de Pereira.

Esto me ha abierto las posibilidades de cualificar el trabajo y la creación en términos de los textos poéticos, de los textos narrativos, la crónica y por supuesto, el contenido pedagógico con el cual llevo alrededor de unos 25 años laborando como maestro de la básica secundaria y la media vocacional. En la actualidad desempeño esta labor en la institución educativa musical “Amina Melendro de Pulecio”, que próximamente se llamará “Conservatorio Ibagué” que queda en Calambeo.

Llama la atención la actividad literaria, ¿cómo comenzó y cuál es su producción?

Generalmente los registros escriturales de los autores vienen de su infancia. Esa marca textuales de la vida sirven como un punto de referencia para tener una mirada distinta frente a la realidad y la cotidianidad; lo que hacemos los autores es básicamente es tener un ojo de águila, como diría alguien para avizorar elementos distintos y elevar al plano de lo estético, a través del lenguaje, lo que son los eventos de la cotidianidad y por supuesto, la problemática de la cotidianidad social o algunos que tienen que ver con procesos de lectura en autores que son reconocidos y clásicos en la literatura universal y que comienza a formar parte del vademecum de cada autor y que son como un punto también obligado en la construcción también de su propio discurso.

Inicialmente, yo comienzo en el colegio departamental Atanasio Girardot de la ciudad de Girardot escribiendo algunos poemas, algunas crónicas, haciendo algunos pinitos como director de un periódico mural escolar; luego, con el maestro Fermín Mosquera, docente de la normal, tuvimos un programa en una emisora que ya desapareció que se llamaba “La voz del Tequendama” y teníamos un programa radial estudiantil, se llamaba “Ventana cultural”, que el nombre lo dice, tenía esa orientación y era un trabajo mancomunado con el maestro Fermín Mosquera, que orientaba el área de español y literatura. Era como una proyección del trabajo de clase y mirando que los jóvenes incursionaran en el periodismo de tipo cultural y de creación literaria.

Radicado en Ibagué vengo haciendo un trabajo de producción de textos y comprensión de lectura con mis estudiantes, que obviamente exigen de uno como pedagogo y escritor enciernes para esa época, pulir el trabajo, leer otros autores, apropiarse de procesos escriturales de quienes ya han marcado una huella en la literatura colombiana, latinoamericana y universal y es así como impulso un proyecto en la institución educativa del municipio de Guamo, bien llamada el Arca de Noé, a donde yo me desplazaba diariamente para cumplir mi función como docente al servicio del departamento del Tolima y por espacio de unos 20 años laboré allá, en los últimos diez años obtuvimos un buen registro porque alrededor de unos siete estudiantes nuestros pudieron cualificar y mejorar su proceso de producción textual y fueron primero y segundo lugar en las convocatorias de mini cuento que cada año hacia la institución educativa Shampanage de los hermanos Maristas donde ganaron varios de mis estudiantes el primero y segundo lugar y por supuesto, yo también fui ganador en dos ocasiones del concurso del mini cuento, en una ocasión con el mini cuento titulado “Onomatopeyas”, dedicado Angi Marcela, mi hija, que yo digo en un epígrafe “Aurori crepúsculo de tus días”, se recoge un poco el uso de ese lenguaje onomatopéyico y representativo de los sonidos de los animales, pero el transfondo es todo una problemática cognitiva del manejo del discurso del lenguaje.

En esa época fue jurado Libardo Vargas Celemín, Luz Stella Rivera, esposa de Nelson Romero, el poeta y ellos quedaron fascinados y después se dieron cuenta que yo era el autor de ese texto. Luego, me hice amigo de Carlos Castillo Bustos, de quien se cumplió el mes pasado, cinco años de su fallecimiento. Una pérdida irreparable para las letras del Tolima. El segundo cuento fue “Naufragio” es lituratirizar episodios de la vida del poeta que yo visualicé un tanto surrealista bajo el elemento onírico como alguien sueña que se encuentra con otra persona y justamente el sueño se concreta al otro día cuando le están ofreciendo las hojas sueltas que vendía Carlos Castillo y entonces cuando ya he comprado la revista y se va el poeta, el lector furtivo o fortuito que aparece por la tercera, arriba frente a la gobernación, debajo del palo de mango, reconoce la voz del autor en las páginas y los personajes y se da cuenta que la ficción se confunde con la realidad y cuando busca el poeta, el poeta se ha marchado en un barco de papel en los torrentes del aguacero. Básicamente es ficción.

Luego, participamos de un encuentro que se hace para poetas en la ciudad de Espinal, tuve la oportunidad de ganar segundo lugar, en un espacio llamado “poetas leyendo su poesía inédita” que dirige Rosalba Collazos, poeta de Guamo que tiene trabajo sobre este tema de la poesía y titula ese encuentro “El día universal de la poesía” y lo celebra el cinco de octubre cada año. Hay varias categorías. También participé del concurso nacional de crónica, que bajo la dirección del docente Germán Pulido, docente de la universidad del Tolima y que trabaja en la institución Santa Teresa de Jesús. Se hacía bajo el nombre de Germán Santamaría. Algunos de mis estudiantes ganaron ese concurso, yo también quedé de segundo en una oportunidad con una crónica titulada “Imagen del tiempo en un castillo de naipes”, que vuelve sobre el tema de Carlos Castillo que ya para la época había muerto. Quise rendirle un homenaje. Mi último logro se me acaba de entregar el premio de poesía universitaria “El Quijote de Acero”, lo recibí el pasado ocho de septiembre en la universidad del área Andina en Pereira con el apoyo de la universidad tecnológica de Pereira. Es gratificante la estatuilla y el dinero que se recibe. He participado del concurso “Ibagué en Flor”, también con los estudiantes colaborando, ahora en septiembre caso concreto de “Ibagué en Flor” donde vendrán autores de talla nacional e internacional, dentro del cual también como narrador y poeta he estado vinculado, participando y con mis estudiantes obviamente impulsándolos para que transcurra el día de una manera poética leyendo los textos de los diversos autores en ese paseo poético que se organiza aquí por la tercera abajo y que le permite por 15 días, 20 días o un mes a los niños, a las niñas y a los jóvenes visualizar esos textos colgados en los postes de la tercera y los maestros pueden hacer con los niños una aproximación crítica valorativa de ese contenido y le pueda abrir nuevas opciones de aprendizaje que cómo es el mundo contemporáneo, cuál es el registro escritural, cuáles son los criterios de selección, cuál es el posicionamiento del hombre moderno frente a esta realidad social y cómo puede transformarla desde el uso sistemático, poético, estético, filosófico e ideológico del lenguaje para poner también su punto de vista, su mirada.

¿Cuál es su apreciación personal sobre la producción literaria actual en el departamento del Tolima?

Pienso que hay muchos narradores de tradición popular oral, pero también hay narradores que ya tienen una formación académica y que les ha dado elementos de crítica literaria, de producción textual y manejo del lenguaje con fines meramente estéticos y literarios. Muchos de estos autores escriben en la sombra de las grandes figuras y algunos de ellos tienen sus textos como en remojo, como el buen vino que se está añejando en el lagar, como la uva que va a ser pisada en el lagar, y aquí, pues, va a ser exprimida, sacarle el zumo, muchos de estos autores están cobrando una gran presencia a través de estos concursos departamentales, nacionales, que fácilmente los chicos y los jóvenes puede acceder a través de la Internet o de otras formas.

Ahora en la segunda semana de octubre con motivo del cumpleaños de Ibagué saldrá al público una antología de escritores llamada “Colección Biblioteca Soledad Rengifo”. Hay también otros autores que están publicando de manera propia o que están haciendo patrocinados, pero hay otro gran semillero que se está haciendo en los talleres que tiene la biblioteca “Darío Echandía” en poesía y narrativa o los talleres que tiene Libardo Vargas Celemín en la universidad del Tolima o los que estamos llevando los maestros, caso mío, en el conservatorio de Ibagué, en la institución técnica musical “Amina Melendro de Pulecio” que queda ahora donde están las oficinas del jardín Botánico en Calambeo. Entonces, allí tenemos un semillero de niños poetas, cuentistas, autores de guiones y por supuesto, buscamos que la poesiticidad transcienda en la construcción de obras, cantos, himnos, de poemas que pueden ser musicalizados porque el fuerte de ellos es la parte artística de la música para que en el futuro sean compositores y renueven las generaciones de los compositores tolimenses o nacionales o pueden ser arreglistas. Muchos de estos muchachos que han egresado del conservatorio de Ibagué, pues están en la sinfónica de Bogotá o en espacios internacionales.

¿El presupuesto nacional, departamental y municipal para la cultura y concretamente para el tema de la literatura es suficiente, según su criterio?

Desde la creación del ministerio de la cultura se ha discutido mucho este tema, que es crucial y neurálgico para la toma de decisiones a nivel nacional, departamental, regional y por supuesto, local en el caso de Ibagué, nunca es suficiente todo el dinero que se establezca o se designe con el propósito de incrementar los niveles de participación en eventos culturales, la creación de semilleros en producción literaria, el desarrollo de otras áreas artísticas como la pintura, la escultura, la danza, el teatro, la música autóctona o raizal, las expresiones culturales de índole popular o aquellas de carácter estético o ya formalmente establecidas en la academia. Falta más ese apoyo nacional, departamental y municipal en términos de establecer, digo yo, (no soy financista, un economista) pero otra manera de captar más ingresos, de establecer cómo circular mejor el dinero, de acompañar los procesos de aplicación de los dineros entregados a las corporaciones y entidades para que no solamente se quede en premios o en las presentaciones formales durante una semana, un mes, sino que también puedan generar un espacio de creación continua que dimensione el proceso de la imaginación, de la creatividad, de la originalidad, del compromiso como escuelas de arte. En hora buena la universidad del Tolima volvió a abrir la facultad de bellas artes, estaba cerrada. Tenemos también la escuela legado del maestro Niño Botía. Todo eso son cosas fabulosas del Tolima. También se hizo una extensión internacional de poesía de Medellín y se hizo la lectura en el teatro Tolima, en el cual tuve la oportunidad de participar junto a poetas grandes internacionales. Insisto, el dinero es fundamental y hay una palabra que es clásica entre los que están en el poder: “Voluntad política”. Voluntad política es mirar con ojo de águila para que los dineros sean realmente direccionados para lo que realmente es.

Ibagué, septiembre 16 de 2010


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