Posteado por: nelsonlombana | noviembre 17, 2011

¡Qué tal que fuera el peor alcalde del país!

El alcalde Jesús María Botero, fue coronado al estilo reinado

Por Nelson Lombana Silva .- PaCoCol

Despertó la ciudad musical de Colombia, Ibagué, con la “tremenda” noticia de que el alcalde Jesús María Botero, fue coronado al estilo reinado, como el “mejor alcalde del país” en la categoría de municipios con más de 500.000 habitantes, compitiendo con sus pares de Barranquilla y Medellín. “Tal nominación, dijo un anónimo transeúnte, produce de todo: Hilaridad, rabia e indignación”.

La expresión de este humilde pasajero lo dice todo. En su rostro quemado por la angustia de sobrevivir cada día se veía con claridad la frustración de vivir en la alcaldía galardonada como la “mejor del país” apretujado en la miseria, el desempleo, la inseguridad, la prostitución, el desplazamiento, la violencia y el abandono oficial, cada vez más en aumento. Un periodista se lamentaba esta mañana por haber encontrado en una sola cuadra durmiendo en la calle a siete personas denominadas indigentes o despectivamente “desechables” y para no aguarle la fiesta al burgomaestre solo atinó a decir: “¡Oh, Dios bendito qué dolor ver tanto indigente en las calles de Ibagué. Se nos llenó Ibagué de Indigentes!”.

Durante el 2.011, el problema del agua en esta ciudad ha sido constante. Si llueve se va, si hace verano lo mismo. Todos los días hay corte injustificado, a los que hay que sumar los “justificados”. Disculpas a granel. Evasivas en cantidades industriales y resignación perenne en los usuarios.

Los pequeños parches de cemento para llenar huecos en las calles y avenidas tuvieron literalmente paralizada la ciudad. Fueron obritas de pacotilla, pero con grandes titulares de prensa. El robo descarado de la denominada “obra maestra” de la calle 10, entre carreras quinta y segunda. ¡Qué horror! Lo que está sucediendo con el histórico parque Manuel Murillo Toro, una remodelación inconsulta, quizás solo para justificar gastos y pagar favores a los contratistas avaros y sin conciencia social.

Todos los días, en cualquier sitio de la ciudad y a cualquier hora, atracan y despojan a los ibaguereños hasta de un celular de $50.000,oo pesos. Lo hieren si pone resistencia. Mientras que el mandatario coronado se vanagloria de haber incrementado el pie de fuerza represivo. Cientos de policías, militares, agentes secretos pululan por la bella ciudad y la inseguridad, sin embargo, resulta ser la constante y estar todos los días en aumento.

La proliferación del sicariato inunda esta ciudad intermedia, corazón de Colombia. “Aquí se consigue quien le haga la vuelta por $50.000,oo”, es vox populi. Hay tráfico de armas, alucinógenos, sexual, etc. Todo como en botica en la “mejor alcaldía del país”.

El desempleo aumenta, la informalidad aumenta y es perseguida con virulencia por los esbirros del régimen. No hay drama más conmovedor que ver a diario a los pobres vendedores huyéndole a la policía o rogándole de rodillas que no se le lleven sus frutas porque con eso consiguen el sustento para sus hijos.

Despertó también la ciudad de Ibagué con la noticia de que los trabajadores del hospital regional Federico Lleras Acosta tuvieron que irsen a paro, porque a algunas enfermeras les adeunda seis meres de su miserable salario, a otras dos y así sucesivamente. Razones muchas: Las EPS no pagan, la gobernación lo mismo y la administración municipal, igualmente.

Eso sucede en la administración de Jesús María Botero, “el mejor alcalde del país”.

Ese mismo pasajero anónimo, se hizo una frugal reflexión: “Si chucho Botero es el mejor alcalde del país, ¿Cómo será el más malo, cómo vivirán sus gobernados?”.

Cerremos los ojos y celebremos el “triunfo apoteósico, inmaculado” del señor alcalde Jesús María Botero. Alguien más agudo subrayó: “¿Cuánto costaría este  chancesito?”

Ibagué, noviembre 17 de 2.011


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