Posteado por: nelsonlombana | octubre 22, 2012

“Lo que necesita Colombia es una paz con justicia Social”

“Lo que necesita Colombia es una paz con justicia Social”

“Lo que necesita Colombia es una paz con justicia Social”

Por Nelson Lombana Silva.- PaCoCol

(Ibagué, octubre 22 de 2012) Un grupo importante de CENAPROV- seccional Ibagué – se reunió ayer en horas de la tarde en el salón de la corporación “Cacique Calarcá” con el objeto de tratar varios temas relacionados con la vivienda de interés popular que lidera esta organización.

Uno de los temas abordados con entusiasmo fue el relacionado con el proceso de diálogo entre el gobierno nacional y las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, ejército del pueblo, FARC – EP, que ha comenzado en Oslo, capital de la república de Noruega y que continuará en la Habana, Cuba, después del 15 de noviembre cuando comience a desarrollarse la agenda suscrita por las partes y que consta de 5 puntos, comenzando por el tema agrario.

Los asistentes expresaron con sinceridad sus puntos de vista sobre tema tan álgido para el pueblo colombiano. Luis Rosendo Cruz, hizo un emocionante relato de las luchas campesinas en el sur del Tolima y que dieron origen al movimiento insurgente fariano. “El movimiento fariano no surgió porque quiso, dijo, surgió porque el gobierno lo obligó a la fuerza”.

Destacó con realismo la odisea de los labriegos en la extensa zona, los momentos complejos en el Davis, campamento de campesinos, la división entre “limpios” y “comunes”, el papel de Manuel Marulanda Vélez y otros líderes campesinos, la resistencia contra la invasión militar por aire y tierra en desarrollo del plan Laso en 1964 con más de 16 mil militares preparados para matar.

Destacó la dinámica violenta de los diversos gobiernos que han manejado el país, unas veces con el sello rojo y en otras con el azul, pero siempre a favor de la oligarquía y en contra del pueblo colombiano. Hizo referencia al frente nacional y la táctica del gobierno de someter a Guadalupe Salcedo a una amnistía en el gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla para luego ser asesinado a mansalva.

Recordó el criminal gobierno de Julio Cesar Turbay Ayala y el general Luis Carlos Camacho Leiva con el estatuto de seguridad, al amparo del cual se asesinó, se desapareció, se torturó miles de colombianos y colombianas, crímenes que se encuentran en la impunidad.

Lilí Ipuz Medina, se refirió a la instalación oficial de los diálogos en Oslo, señalando con preocupación la reacción violenta por parte de los delegados del gobierno a la intervención del comandante Iván Márquez, a pesar de que éste se movió, al parecer, milimétricamente a lo acordado previamente por las dos partes.

Indicó con preocupación la declaración de Humberto de la Calle Lombana de que en la discusión no se debía hacer referencia a lo privado, “cuando lo privado – dijo – es lo que nos tiene jodidos a todos los colombianos y colombianas”. Desde esa perspectiva, dice la compañera Ipuz, “es muy difícil que haiga paz en Colombia, porque cómo no vamos a tratar lo privado si eso es lo que nos tiene jodidos, en la olla, en la miseria. El sector privado es el que nos tiene sin salud, sin educación, sin empleo, sin vivienda, sin tierra para trabajar y en estos momentos estamos sin agua en Ibagué. Ellos son los responsables de la crisis, las multinacionales y transnacionales, los ricos y poderosos”.

Según planteó la compañera Lilí Ipuz Medina, “lo que quiere el gobierno es que las farc entreguen las armas, se les arrodillen al presidente y se vengan a la ciudad a engrosar los cinturones de miseria, a aumentar el desempleo y hacer el triste papel entreguista que hizo el M – 19 y finalmente, comenzar el genocidio como sucedió con la Unión Patriótica”.

Recordó la viviendista los crímenes atroces que se han sucedido en Colombia, como el asesinato de Rafael Uribe Uribe, Jorge Eliécer Gaitán, Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo, Pizarro León Gómez y más de 5 mil militantes y simpatizantes de la UP. “Esa es la clase de oligarquía gobernante que tenemos y que sigue siendo la misma”, señaló.

Raúl Rojas González, destacó la importancia del conversatorio, dijo que era una escuela en la que todos íbamos aprendiendo cosas nuevas en la dinámica de unos hablar y los otros escuchar. “Lo más importante, destacó el veterano dirigente comunista – es que aquí estamos reunidos los oprimidos y explotados de este país, que vienen a marcarnos en la cara como dijo un compañero y yo diría más abajo, en las nalgas, donde nadie vea esta oligarquía cada vez más violenta y agresiva”.

Presentado como secretario general regional del Partido Comunista Colombiano, participamos del conversatorio pronunciando las siguientes palabras:

Compañeros y compañeras:

Agradezco la invitación para hacer parte de este conversatorio sobre los diálogos de paz que han comenzado entre la insurgencia y el gobierno. Quiero hacer la intervención en dos aspectos: Causas y Efectos, para poder encontrarle, digamos, alguna lógica a los que ustedes han venido expresando.

Entonces hay que decir que los efectos son las consecuencias y eso es, precisamente, lo que ustedes han expresado con mucha claridad en estos momentos. Miseria, desempleo, déficit habitacional, violencia, terrorismo de Estado, descomposición social, inseguridad, etc.

Todas esas circunstancias tienen una causa, porque, efectivamente, todo efecto tiene su causa, como toda causa tiene su efecto. Es decir, si yo hago algo debe tener una reacción o un efecto y viceversa. En esa situación nos hemos preguntado por qué esos efectos al interior del pueblo. Por qué nos toca que movilizarnos para conseguir una vivienda, por qué nos toca salir a las calles a protestar para que le paguen al maestro, por qué los campesinos tienen que movilizarse para denunciar lo que se suele llamar el terrorismo de Estado, que es el uso violento de la fuerza pública contra el pueblo, por qué las torturas de las cuales hablaba aquí el compañero Luis Rosendo Cruz, por qué los plantones, por qué el ejército nacional que es hijo del pueblo se vuelve contra el pueblo.

Eso, son los efectos, entonces es necesario buscar las causas. Qué es lo que origina eso. Hay muchas interpretaciones sobre eso: Para unos es la suerte. No, lo que pase es que dice el dicho: “Unos nacieron con la estrella y otros nacieron estrellados”; no, lo que pasa es que es una ley divina: entonces dios hizo a unos pobres y a otros ricos, unos para mandar y otros para obedecer, unos para decir y otros para hacer; otros, dicen no señor, es cuestión de la situación geográfica: Los de tierra fría son más perezosos, los de tierra caliente son más trabajadores, son más avispados; otros dicen: No, es que el pueblo es muy flojo, es que el pueblo se gasta la plata, coge su salario de la semana y se lo gasta en las cantinas y entonces, esa es la causa de esta tragedia que se llama miseria en este país.

Un señor llamado Carlos Marx, otro señor llamado Federico Engels y otro señor llamado Lenin, demostraron científicamente que esas no eran las causas de este desequilibrio social, demostraron científicamente que el problema central estaba en el sistema, en ese sistema que se llama capitalista y lograron ubicar perfectamente las dos clases sociales que se han ido desarrollando a través de la historia. Es lo que se llama la Burguesía, que son los ricos y el Proletariado que son los pobres.

Esa relación es la que explica la situación real de nuestra situación. O sea, no es una cosa sobrenatural, es una cosa que es concreta, que es real y que es injusta. La relación entre el capitalista y el obrero, entre el capitalista y el pueblo, que se define como la lucha de clases, es lo que explica por qué se genera estas situaciones que hoy nos compete.

Esas dos clases sociales las vamos a llevar al escenario de la mesa de diálogo que se instaló esta semana en Oslo y que se va a comenzar a desarrollar como tal a partir del 15 de noviembre en La Habana, Cuba.

En los discursos, quienes tuvieron la oportunidad de ver, está bien clarita la posición de las dos clases sociales. El señor Humberto de la Calle Lombana defendiendo su clase. ¡Claro! Es apenas lógico. Está defendiendo su clase. Por eso, se ofusca cuando la otra parte señala quienes son los responsables de la crisis en este país; cuando nombra a Luis Carlos Sarmiento Angulo, que es el más rico de Colombia, que es el más pícaro a través del sector bancario, le quita la plata al pueblo colombiano y se pone bravo cuando nombra a Carlos Ardila Lule que es el dueño de todas las gaseosas del país y de América y de Europa y de todas partes y se pone bravo porque señala esos personajes.

¡Claro!, sale a la defensa de su clase social y es apenas lógico. En el otro sector, en el otro bando, la insurgencia aparece un discurso que se parece a nosotros, al pueblo. Pero claro, nosotros tenemos el sambenito de que la insurgencia es el demonio, pues, que la insurgencia es la responsable de toda esta descomposición social. Pero, ¡vaya haber quién lo dice! Lo dice CARACOL, lo dice RCN, lo dice EL TIEMPO, lo dice EL ESPECTADOR, lo dice EL SIGLO, EL NUEVO DÍA, EL QUIHUBO y todas estas emisoritas que hay en la ciudad de Ibagué.

La pregunta es por qué lo dicen. ¡aaahh! Cuando entramos a investigar un poco nos damos cuenta que esos medios de comunicación son de esa burguesía; por eso ellos presentan a la contraparte como los demonios y ellos como los ángeles. Y ¿Por qué se da eso? Por media la lucha de clases.

Por qué el movimiento fariano se inclina hacia una solución política, hacia un diálogo, porque es pueblo, porque surge, precisamente, de las contradicciones que ustedes han planteado aquí, en un país como el nuestro donde no hay democracia, que es antidemocrático y entonces la lucha por la tierra, hacen, precisamente, que asuman esa posición radical de ir a buscar un espacio, a abrirse un espacio a la fuerza, porque no hay garantías.

Por eso, es que hay que hacer una lectura bien clarita de las posiciones que hay y coincido con los compañeros que dicen que va a ser muy complicado. Claro que va a ser muy complicado, compañeros, porque son intereses antagónicos, totalmente contrarios.

Cuál es la perspectiva que podría generarse; es establecer una correlación de fuerzas, un pulso, entre el gobierno, entre el sistema y el pueblo que está personificado en el movimiento insurgente. Por eso, el comandante Timochenko ha dicho claramente que la llave de la paz no está ni el bolsillo del señor Santos, ni el bolsillo de ellos: La llave de la paz está en el pueblo.

¡Claro compañeros! La revolución, los cambios estructurales que necesita este país, no lo va a hacer las FARC – EP solos, los va a hacer es el pueblo. Yo no voy a hacerle la casa al compañero, ni a la compañera, son ustedes cada uno las que la van a hacer, lo que vamos a hacer es ayudarnos mutuamente, ayudarnos mutuamente; porque es el pueblo el que produce, es el pueblo el que genera riqueza, es el pueblo el que proyecta…Por lo tanto, está en la tarea de entender este tejemaneje.

No es fácil compañeros. Nos toca jugar contra varios factores supremamente complicados. Yo voy a nombrar unos dos o tres no más para no cansarlos:

Uno, el analfabetismo político. Cuántos colombianos no relacionan el problema de la paz con la política. Creen que una cosa es la paz y otra cosa es la política. El analfabetismo político, ¿sabe a qué nos lleva compañeros? A que cuando llegan las campañas electorales vamos y apoyamos a los mismos que nos tienen aquí luchando por una vivienda. A los mismos. Ese es el analfabetismo político. Nosotros creemos que una cosa es la política, pero no hemos dimensionado que todas estas situaciones dramáticas por las que atraviesa el pueblo, son producto de decisiones políticas que toman en el parlamento.

Por eso, Lenin decía: Al Estado, al Parlamento hay que ir a destruirlo, destruir esa máquina para construir una nueva sociedad distinta, que tiene necesariamente que ser el Socialismo. Pero, eso es un proceso muy largo compañeros.

El segundo elemento: Es el terrorismo de Estado. En este país, quien se atreva a pensar, quien se atreva a ser crítico, automáticamente es sindicado, es estigmatizado y es tildado despectivamente de “comunista” y de terrorista. Todo el que proteste en este país es terrorista. Es esa política de terror que nos meten constantemente.

Pero hay un tercer elemento: Es la presión, desinformación y tergiversación que ejercen los medios de comunicación, las mismas religiones, el mismo pensum académico. Si usted se sienta a ver televisión, esta lo traslada a un mundo totalmente distinto al real. Cuánto pueblo no está pendiente diariamente de la telenovela, que si uno le fue infiel al otro, que si se casaron, que si se separaron. Esos medios de incomunicación colocan al país nacional, del cual hablara Gaitán, de espaldas a la realidad.

Entonces mires ustedes compañeros y compañeras, romper esa maraña, esa red, es muy complicado. Pero sí es posible, compañeros y compañeras. Y eso no se rompe de la noche a la mañana. Ya lo decía el compañero Raúl Rojas González en esta bella y soleada tarde: “Estamos luchando desde 1942” cuando llegaron los españoles con un Cristo y con una espada con el dilema inexorable: Cree en este o se muere. Y de 40 millones de aborígenes que había en menos de 40 años, nos redujeron a tres millones. Claro, a punta de espada; claro, a punta de enfermedades infectocontagiosas y claro, a punta del saqueo que hicieron de nuestros recursos naturales.

Por eso, este intento de paz que hoy se plantea, no le puede ser indiferente a la ama de casa, al joven, al niño, al anciano, al adulto, al campesino, al indígena, al obrero. En la medida en que nosotros podamos alimentar esa mesa nacional de paz, en esa misma medida hay una posibilidad de avanzar en un proyecto de paz, que no es la solución total al problema social, porque eso sí tenemos que tenerlo claro: En un eventual proceso de paz no es que se diga: Aquí se acabó la desigualdad social, no; lo que se va a negociar es, supuestamente, las garantías para la izquierda poder libremente exponer sus puntos de vista; pero no es que se van a resolver todos los problemas sociales.

Es más: esta agenda es una agenda apretada: Cinco puntos fundamentales y quedaron muchos temas por fuera, precisamente. Cómo podemos alimentar esta mesa nacional de paz. Pues a través de iniciativas nuestras. Por eso, desde CENAPROV, desde la junta de acción comunal, desde el barrio, tenemos que hacer conversatorios, porque hay mucha gente, miles, millones de colombianos que están ciegos frente a este tema y creen que el responsable de esta tragedia que hoy vive Colombia es la insurgencia, y creen que los buenos son los voceros del gobierno y los que apoyan el gobierno y, los malos, pues, los voceros de la insurgencia. Todo al revés.

Ahora, de qué va a depender también el tema de la paz en Colombia: Pues, naturalmente, aquí alguien lo dijo: De la doctrina de la seguridad nacional, que es un invento de los franceses, pero que lo tomó los Estados Unidos desde antes del 64, aproximadamente, y que desarrolló en toda América Latina, y es la intromisión. Miren compañeros y compañeras: Tengamos claro esto: En Colombia no hay soberanía. La medida más pequeña que toman los colombianos, el parlamento, tiene que ser consultado con la embajada de los Estados Unidos.

Primero tuvo que ir Santos a decirle a Barack Obama: Hombre, ¿Me deja abrir una posibilidad de diálogo con la insurgencia en Colombia? Es compañeros lo que nos indigna y nos debe llevar a organizarnos cada día más y ser más consecuentes, pensando, no tanto ya en nosotros, sino en nuestros niños, que empiezan a vivir y en los que habrán de venir.

Y, finalmente: La paz tiene que ver con la parte social. La paz no es como dice el gobierno: No, es que vamos a sentarnos y vamos a decirle a Timockenko, no jodas, que queréis…dos senadurías o tres senadurías o ir al congreso o ir a un ministerio. El movimiento fariano, no está pensando en esas triquiñuelas. Eso lo hizo fue el M – 19. Los farianos no van a hacer eso y ahí lo dijeron muy claro en la mesa de instalación: “Nosotros no vamos a traicionar al pueblo”. Ellos no están por eso. Porque si hubiera sido así, a Manuel Marulanda Vélez le hubieran dado un yate para irse a las Bahamas o cualquier otra parte y esto estaría resuelto. Esa no es la solución compañeros, ni eso es lo que está proponiendo. Aquí lo que se necesita es una paz con justicia social. Así de clarita. Esa es la diferencia de los otros que proponen el tema de la paz, entre ellos, el gobierno: Que sí, que hagamos la paz, que hagamos la paz, que no nos golpeemos, pero sigamos explotando a los obreros, sigamos permitiendo las injusticias sociales, la explotación del hombre por el hombre.

No, nosotros debemos apoyar la propuesta de que sea una paz pero con justicia social. Ese es el secreto que hay en esa mesa nacional y eso es lo que nosotros debemos impulsar desde nuestro sitio de trabajo, compañeros. Conscientes que nuestra decisión, la decisión de cada uno de ustedes impacta para bien o para mal. Para bien si dan la discusión y ponen a que la gente hable y ponen a que la gente encuentre su clase social, porque lo que decía la compañera Lilí Ipuz Medina es cierto: uno ve pobres, exageradamente pobres, pero que hablan como si fueran Carlos Ardila Lule o el Grupo Santodomingo. Ese fenómeno se debe precisamente a los elementos enumerados. Nosotros tenemos que defender nuestra clase social, luchar por ella y proponer, repito, una paz con justicia social.

Muchas gracias.

(Aplausos)


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